martes, 30 de julio de 2013

Celiaquía y Comunión Eucarística
El celíaco no puede comulgar bajo la especie de pan con las formas usadas comúnmente, ya que están fabricadas con harina de trigo y, por consiguiente, contienen gluten. La solución para que puedan acercarse a la comunión es comulgar bajo la especie de vino o con unas formas de hostias especiales, que ya se utilizan en algunos países pero no en El Salvador.
Condiciones para la validez de la materia
Por la naturaleza del mismo sacramento, para la celebración eucarística la Iglesia sólo puede usar pan y vino. Se llama pan a aquel alimento que procede de harina de trigo.
No son válidas aquellas formas hechas con harina de trigo de la que se haya eliminado por completo el gluten. Tampoco son válidas las hostias elaboradas con harinas de otros productos. Sin embargo, según la Carta circular a los Presidentes de las Conferencias Episcopales acerca del uso del pan con poca cantidad de gluten
y del mosto como materia eucarística emitida por el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe del 24 de julio de 2003, se establece que
son materia válida para la Eucaristía las hostias elaboradas con harina de trigo en las que “permanece la cantidad de gluten suficiente para obtener la panificación, si no se han añadido materias extrañas y si el procedimiento usado para su confección no desnaturaliza la sustancia de pan”.
La comunión bajo la especie de vino
Para que el fiel celíaco comulgue bajo la sola especie del vino bastará que antes de la celebración la propia persona que no puede consumir gluten, o los padres o familiares del niño que tiene esta condición, informen del deseo de comulgar al ministro de la Eucaristía para que éste, acogiendo la petición con la mayor delicadeza y sin reclamar mayores explicaciones, facilite al celíaco la Comunión bajo la sola especie de vino.


Cuando se trate de la Primera Comunión de los niños o en las Misas celebradas con éstos, se procurará que el niño o niña que no puede consumir gluten se sienta respetado y apreciado por los demás niños, de manera que todos vean como algo natural y normal la solución que se adopte.

Formas sagradas especiales para celíacos
En los últimos años, especialmente en Europa, se ha conseguido elaborar hostias confeccionadas con almidón de trigo, las cuales contienen una cantidad imperceptible de gluten, lo que permite la panificación —y, consiguientemente, son materia válida para la Eucaristía— pero no perjudican la salud de los celíacos. La Congregación para la Doctrina de la Fe ha notificado que este tipo de hostias son conformes a las disposiciones de la Iglesia sobre la materia de la Eucaristía.
Estas hostias, que son adecuadas para la celebración de la Misa, son confeccionadas con trigo denominado Cerestar (Triticum spp) que, hasta el momento, parece que es tolerado por celíacos. 
Actualmente, no se tiene conocimiento que se estén elaborando en El Salvador hostias de almidón de trigo que cumplan con las condiciones antes señaladas. En caso de tenerlas, se debe tener especial cuidado de que tales hostias se conserven en un recipiente
aparte, para evitar cualquier forma de contacto con las formas normales. Porque ese contacto hace que la hostia apta para el celíaco se contamine con gluten y sea tóxica para el celíaco.
Se pide que se facilite a los fieles celíacos el acceso a la Eucaristía, siguiendo esta normativa:
1.    Los Sacerdotes deben conocer la celiaquía y sus consecuencias. Se necesita una especial sensibilidad pastoral tanto en la catequesis como en la celebración litúrgica, sobre todo en el caso de los niños; para que no aumente la dificultad, que ya de por sí significa tener que convivir literalmente con esta condición de por vida. Se ha de fomentar igualmente en toda la comunidad eclesial una actitud de sincera acogida y de comprensión amorosa, haciendo patente la sensibilidad maternal de la Iglesia para con estos hijos suyos.
2.    Los sacerdotes y demás ministros de la Eucaristía facilitarán la comunión a los fieles celíacos cuando lo pidan ellos mismos o sus padres, en el caso de los niños. Lo harán en la forma que la persona celíaca considere más oportuna, de las permitidas por la Iglesia: bajo la sola especie de vino o con las hostias especiales indicadas.
3.    Si la comunión se realiza bajo la especie de vino, el sacerdote celebrante consagrará el vino en un cáliz distinto, sobre el cual no se partirá el pan eucarístico ni se introducirá fragmento alguno de hostia común. Asimismo, se debe disponer de un purificador cuyo uso sea exclusivo del celíaco.
 4.    Cuando la comunión se realiza mediante las hostias especiales, se tomarán las siguientes precauciones:
a.   Para evitar confusiones, los sacerdotes consagrarán para los celíacos únicamente el tipo de hostias aprobadas y que hayan sido adquiridas directamente por ellos.
b.   Se recomienda a quienes disponen lo necesario para la celebración que preparen las hostias especiales para celíacos antes de tocar las hostias normales. Las hostias para celíacos se colocarán en una píxide cerrada, fácilmente reconocible para evitar todo contacto con las hostias comunes.
c.    Para la distribución de la comunión, el ministro (sacerdote, diácono o ministro extraordinario), antes de dar la comunión a los celíacos, deberá lavarse las manos, si antes ha tocado las otras hostias.
d.   Cuando fuera necesario, se conservará en el sagrario una píxide, cerrada y fácilmente distinguible, que contenga las hostias especiales y que se destinará a la comunión fuera de la Misa de los fieles celíacos enfermos o ancianos, si los hubiere.
Se trata de medidas de prudencia que debemos tomar para evitar errores que podrían perjudicar gravemente al enfermo.
Actualmente, el único producto que respeta los requisitos canónicos y que por ello puede ser utilizado para la comunión eucarística de los fieles celíacos es el procedente de hostias confeccionadas con almidón de trigo del tipo Cerestar.
CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE
Carta circular a los Presidentes de las Conferencias Episcopales
acerca del uso del pan con poca cantidad de gluten
y del mosto como materia eucarística
24 de julio de 2003
89/78 – 17498
A los Eminentísimos y Excelentísimos Presidentes de las Conferencias Episcopales
Eminencia / Excelencia:
Desde hace muchos años la Congregación para la Doctrina de la Fe estudia cómo resolver las dificultades que tienen algunas personas en la recepción de la comunión eucarística cuando, por diferentes y graves motivos, no pueden asumir pan preparado normalmente o vino normalmente fermentado.
Para ofrecer a los Pastores orientaciones comunes y seguras, en el pasado han sido emanados varios documentos (Congregación para la Doctrina de la Fe, Rescriptum, 15 de diciembre de 1980, en Leges Ecclesiae, 6/4819, 8095-8096; De celebrantis communione, 29 de octubre de 1982, en AAS 74, 1982, 1298-1299; Lettera ai Presidenti delle Conferenze Episcopali, 19 de junio de 1995, en Notitiae 31, 1995, 608-610).
Ahora se estima oportuno volver sobre el asunto, a la luz de la experiencia de los últimos años, retomando y aclarando donde sea necesario, los documentos antes mencionados.
A. Del uso del pan sin gluten y del mosto
1. Las hostias sin nada de gluten son materia inválida para la Eucaristía.
2. Son materia válida las hostias con la mínima cantidad de gluten necesaria para obtener la panificación sin añadir sustancias extrañas ni recurrir a procedimientos que desnaturalicen el pan.
3. Es materia válida para la Eucaristía el mosto, esto es, el zumo de uva fresco o conservado, cuya fermentación haya sido suspendida por medio de procedimientos que no alteren su naturaleza (por ejemplo el congelamiento).
B. De la comunión bajo una sola especie o con mínima cantidad de vino
1. El fiel celíaco que no pueda recibir la comunión bajo la especie del Pan, incluido el pan con una mínima cantidad de gluten, puede comulgar bajo la sola especie del Vino.
2. El sacerdote que no pueda comulgar bajo la especie del Pan, incluido el pan con una mínima cantidad de gluten, puede, con permiso del Ordinario, comulgar bajo la sola especie del Vino cuando participa en una concelebración.
3. El sacerdote que no pueda asumir ni siquiera una mínima cantidad de vino, en caso que le fuera difícil procurarse o conservar el mosto, puede, con permiso del Ordinario, comulgar bajo la sola especie del Pan cuando participa en una concelebración.
4. Si el sacerdote puede asumir el vino sólo en cantidades muy pequeñas, en la celebración individual, la especie del Vino restante será consumida por un fiel que participa en la Eucaristía.
C. De las normas comunes
1. Es competencia del Ordinario conceder a los fieles y a los sacerdotes la licencia para usar pan con una mínima cantidad de gluten o mosto como materia para la Eucaristía. La licencia puede ser concedida habitualmente, mientras dure la situación que la ha motivado.
2. En el caso de que el Presidente de una concelebración esté autorizado para usar mosto, para los Concelebrantes se preparará un cáliz con vino normal; y análogamente, en el caso de que el Presidente esté autorizado para usar hostias con una mínima cantidad de gluten, los Concelebrantes comulgarán con hostias normales.
3. El sacerdote que no pueda comulgar bajo la especie del Pan, incluido el pan con una mínima cantidad de gluten, no puede celebrar individualmente la Eucaristía ni presidir la concelebración.
4. Dada la centralidad de la celebración eucarística en la vida sacerdotal, se debe tener mucha cautela antes de admitir al presbiterado candidatos que no pueden asumir gluten o alcohol etílico sin grave perjuicio de su salud.
5. Se siga el desarrollo de la medicina en el campo de la celiaquía y el alcoholismo, y se fomente la producción de hostias con una mínima cantidad de gluten y mosto no desnaturalizado.
6. Salvo la competencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe en lo que atañe a los aspectos doctrinales del asunto, la competencia disciplinar se remite a la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
7. Las Conferencias Episcopales interesadas informen a la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, durante la visita ad limina, sobre la aplicación de las normas contenidas en la presente carta y las eventuales novedades en este campo.
Mientras le solicito que transmita la presente a los demás miembros de esa Conferencia Episcopal, aprovecho la circunstancia para saludarle con sentimientos de estima en Cristo,
+ Joseph Card. Ratzinger
Prefecto
 


 
 

3 comentarios:

sem dijo...

Qué buena entrada. Saludos,

Unknown dijo...

Habiendo estudiado sobre la materia, comunión para celíacos; les informo que el pan ácimo* es el que se emplea para hacer las formas/hostias.

Pueden notar que el vino se contamina, con gluten, si una sola fracción de La Hostia (con mayúscula por ser ya Consagrada) hace contacto; es por eso que hay que tener EXTREMO cuidado al respecto e informárselo previamente al sacerdote oficiante. A un tío le ocurrió que sólo tomó de El Vino y al poco tiempo notó el malestar característico; con mi tía comprendieron lo delicado del asunto.

Un buen sustituto a las formas/hostias de trigo sería el casabe**, tortillas muy delgadas de maíz (no el dulce/amarillo pues produce un tipo de gluten que aún desconozco su interacción con las personas celíacas) o cualquier otro tipo de harino que no comprenda TACC (trigo, avena, cebada y centeno).


*http://es.wikipedia.org/wiki/Pan_%C3%A1cimo
**http://es.wikipedia.org/wiki/Casabe

Celíacos y Sensibles al Gluten de El Salvador dijo...

Muchas gracias Rodolfo por su comentario. Tal como expresa, lo que debe evitarse es que haya contaminación del vino que se destina para la comunión de los celíacos, por eso es que debe utilizarse un cáliz aparte. Así como se indica en el blog.

Otro punto muy importante a tener en cuenta es lo dispuesto por la Congregación para la Doctrina de la Fe: "No son válidas aquellas formas hechas con harina de trigo de la que se haya eliminado por completo el gluten. Tampoco son válidas las hostias elaboradas con harinas de otros productos". Esto significa que no es permitido ni válido consagrar como hostia aquella que ha sido hecha con harina de maíz, de yuca o de cualquier otra.

Es cuestión de conversar y compartir información, completa y fiable, con el Párroco sobre la forma en que debemos comulgar las personas celíacas. Por el momento, confirmamos que en la Iglesia Corazón de María, se dispone de todo para que los celíacos participemos plenamente del Banquete Eucarístico en forma segura.